Wednesday, July 14, 2010

Julio10-16: Todos Pecaron


Puntos de Enseñanza

1. ¿Cómo describe Pablo a cada ser humano

RESPUESTA:

  • Rom. 3:10-18, —No hay ningún justo ni quien haga lo bueno, todos son engañadores, llenos de amargura y de maldición, prestos para derramar sangre, destructivos y miserables y no tienen temor de Dios delante de sus ojos. 
  • Rom. 3:19—Somos culpables ante Dios.
  • Rom. 3:23—Todos pecaron.
2. ¿Cuál es el resultado o la paga del pecado?

RESPUESTA:

  • Rom. 6:23—la muerte.
3. ¿Cuál es la solución para el problema del pecado y la muerte?

RESPUESTA:

  • Rom. 6:23—La dádiva de Dios a través de Jesucristo.
4. ¿Qué significa el nombre “Jesús” y por qué vino él?

RESPUESTA:

  • Mateo 1:21—El nombre “Jesús” está relacionado con la idea de un Salvador.
  • Él vino para salvarnos de nuestros pecados.
5. ¿Cómo sabemos de qué nos vino a salvar Jesús? ¿Qué es el pecado?

RESPUESTA:

  • Rom. 3:20—Por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
  • 1 Jn. 3:4—El pecado es la transgresión de la ley; en otras palabras, es la violación de la misma. 
OBSERVACIÓN:

  • Pablo describe a los seres humanos como malos, injustos, engañadores, destructivos, miserables, por naturaleza. ¡Y esa lista continúa!
  • La razón para ello es que “todos pecaron”.
  • El castigo o la paga por el pecado es la muerte: por lo tanto, todos morirán.
  • Jesús, el don de Dios, vino a salvarnos de nuestros pecados.
  • La ley nos muestra de qué nos vino a salvar Jesús, ella nos revela lo que es el pecado.
6. ¿Cómo nos salva Jesús del pecado?

RESPUESTA:

  • Rom. 3:24, 25—Por medio de la fe en su sangre, su justicia es manifestada en lugar de nuestro registro de pecados pasados.  
  • Siendo justificados.
7. ¿Qué necesitan todos, tanto judíos como gentiles, para ser salvos?

RESPUESTA:

  • Rom. 3:22-27—La justicia de Cristo por la fe. Nada que podamos hacer puede expiar nuestro registro de pecados pasados sino la fe en la sangre de Jesús, quien murió para librarnos de la deuda adquirida por causa de esos pecados. 
OBSERVACIÓN:

  • Por la fe en la muerte de Cristo por nosotros y la fe que Él acredita su justicia en lugar de nuestro registro de pecados pasados, Jesús nos salva del pecado. Esto es la justificación. Ahora, por la fe, el registro de justicia de Jesús se pone en lugar de nuestro registro de pecados.
  • Esto es lo que todos los seres humanos necesitamos, por cuanto todos hemos pecado. La muerte de Jesús pagó la pena de muerte por nuestros pecados si la aceptamos. 
ESPÍRITU DE PROFECÍA

  • "Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" y por esta razón, el Señor ha provisto un remedio para el pecado: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." "Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido." He aquí la verdadera prueba de la experiencia religiosa. Aquél que mora en Cristo es perfeccionado en el amor de Dios y sus propósitos, sus pensamientos, sus palabras y sus acciones están en armonía con la voluntad de Dios como se expresa en los preceptos de su ley.  No hay nada en el corazón del hombre que habita en Cristo que esté en conflicto con algún precepto de la ley de Dios. Donde el Espíritu de Cristo está en el corazón, se revelará el carácter de Cristo, y allí se manifestará cortesía ante la provocación y paciencia ante la prueba. "Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo". La justicia puede ser definida sólo por la gran norma moral de Dios, los Diez Mandamientos. No hay otra regla por la cual se pueda medir el carácter.
"El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio." Fue la negativa de Satanás en obedecer los mandamientos de Dios que trajo el pecado y la apostasía al universo. "Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo."  {Signs of the Times, 20 de junio, 1895, párr. 6} 
  • El Hijo de Dios sufrió la ira de Dios contra el pecado. Todo el pecado acumulado del mundo fue cargado sobre el Portador del pecado, el Único que era inocente, el Único que podía ser la propiciación por el pecado porque él mismo fue obediente. Él era uno con Dios. Ni una mancha de corrupción estaba sobre él…{Signs of the Times, 9 de diciembre, 1897, párr. 6}
  • ¿Y fue sometido a todo este sufrimiento para dar al hombre la libertad para transgredir la ley de Dios? --¡No, no! Esta escena de sufrimiento se debió a que la ley fue transgredida. Para salvar al pecador y, asimismo,  satisfacer las demandas de la ley, era necesario que Cristo padeciese su castigo. El engaño de Satanás que ha puesto al mundo cristiano como transgresores de la ley de Dios no se habrían encontrado en esa compañía si sus tentaciones no se hubieran llevado con ellos como lo hicieron con Adán, si por sus tradiciones el hombre no hubiera anulado la ley de Dios en lugar de dirigir a los hombres a la obediencia de sus mandamientos. {Signs of the Times, 9 de diciembre, 1897, párr. 7}
CONCLUSIÓN:

  • Pablo describe la maldad del corazón humano y revela el problema: el pecado.
  • Este problema del pecado causó otro problema: la muerte.
  • Para tener vida eterna, necesitamos de un Salvador: Jesús.
  • Jesús vino a salvarnos del pecado: transgresión de la ley.
  • Jesús sufrió la pena máxima de la ley y coloca su justicia en lugar de nuestro registro de pecados pasados: la justificación.
  • Debemos aceptar este gran don de Dios por fe, a fin de obtenerlo.
PREGUNTAS PARA APLICAR:

  • ¿Aceptas la realidad de que eres un pecador necesitado de un Salvador?
  • ¿Estás dispuesto a acudir a Cristo, confesar tus pecados y tu necesidad de salvación y a aceptar su sangre derramada por ti?
  • ¿Estás aceptando la justicia de Cristo en lugar de tu registro de pecado o te estás aferrando a tus pecados?

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