Puntos de Enseñanza
1. ¿Cuál es el propósito de la ley?
RESPUESTA:
- Romanos 3:20—por la ley viene el conocimiento del pecado.
- Romanos 5:13—El Pecado no se imputa si no hay ley.
- Romanos 7:7—Yo no hubiera conocido el pecado sino por medio de la ley.
- Romanos 7:13—la ley revela la extrema pecaminosidad del pecado.
2. ¿Que es pecado?
RESPUESTA:
- 1Juan 3:4—El pecado es la transgresión de la ley.
3. ¿El estar bajo la gracia cambia el hecho y las obligaciones de la ley?
RESPUESTA:
- Romanos 6:14, 15—La Gracia nos libera de la condenación de la ley pero no cambia las obligaciones de la ley.
- Debido a que la ley de Dios sigue estando vigente es que necesitamos de la Gracia.
4. ¿Es la ley de Dios la que me hace pecar?
RESPUESTA:
- Romanos 7:7—La ley no es pecado, pero revela el pecado en la vida.
- Romanos 7:12—La ley es santa, justa y buena.
5. ¿Cual es el resultado de pecar y continuar en el pecado?
RESPUESTA:
- Romanos 6:23—la paga del pecado es la muerte.
OBSERVACION:
- La ley revela la extrema corrupción del pecado y el pecado en nuestra vida.
- La ley revela el problema y las consecuencias de violar la ley de Dios—la muerte.
- La Gracia (la muerte de Cristo por nuestros pecados y Su Justicia reemplazando nuestra cuenta de pecados del pasado) elimina la condenación de la ley para que no tengamos que enfrentar la muerte.
- La ley de Dios no nos hace pecar. Mas bien, el pecado es violar la santa y justa ley de Dios.
6. ¿Es la Gracia de Dios adecuada para la cantidad de pecados cometidos en la vida de una persona?
RESPUESTA:
- Romanos 5:20—Donde abundó el pecado sobre abundó la gracia.
- La Gracia de Dios es más que suficiente.
7. ¿Se puede obtener justificación al guardar la ley?
RESPUESTA:
- Romanos 3:20—No, por las obras de la ley ningún ser humano será justificado.
- Romanos 8:3—La ley es débil—no tiene poder para guardarnos de pecar o darnos la victoria.
- Incluso si obedecemos a partir de ahora esa obediencia no puede hacerse cargo de los pecados del pasado porque aun tenemos que morir por esos pecados. La justificación es la única respuesta.
8. ¿Puedo guardar la ley sin ayuda externa?
RESPUESTA:
- Romanos 7:14, 18—Estoy vendido a la esclavitud del pecado: el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no.
- No, somos impotentes por nosotros mismos.
9. ¿De dónde viene el poder para la Victoria o para guardar la ley?
RESPUESTA:
- Romanos 8:1, 2—Estar en Cristo, no andar conforme a la carne sino conforme al Espiritu.
OBSERVACION:
- La Gracia de Dios es suficiente para el más grande pecador. Mientras más grande son los pecados, mas es la Gracia que Dios ofrece para perdonar y limpiar los pecados.
- La ley no tiene habilidad para salvarnos de las consecuencias de violarla. No importa que tan bien guardemos la ley desde ahora en adelante esto no expía nuestra cuenta de los pecados del pasado.
- Solo la justificación responde a los requerimientos de la ley porque borra nuestro record de pecados del pasado.
- No podemos guardar la ley sin la ayuda divina de Dios.
- Esta ayuda externa se encuentra en Jesús y en escoger caminar conforme al Espíritu y no conforme a nuestros deseos carnales.
ESPIRITU DE PROFECIA
· Cristo consintió en morir en lugar del pecador, a fin de que el hombre, mediante una vida de obediencia, pudiese escapar a la penalidad de la ley de Dios. Su muerte no anuló la ley; no la eliminó, ni disminuyó sus santos requerimientos, ni redujo su sagrada dignidad. La muerte de Cristo proclamó la justicia de la ley de su Padre al castigar al transgresor, al consentir en someterse él mismo a la penalidad de la ley, a fin de salvar de su maldición al hombre caído. La muerte del amado Hijo de Dios en la cruz revela la inmutabilidad de la ley de Dios. Su muerte la magnífica y la honra, y evidencia ante el hombre su carácter inmutable. De sus labios divinos se oyen las palabras: "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas: no he venido para abrogar, sino a cumplir." (Mateo 5:17.) La muerte de Cristo justificó los asertos de la ley. {JT1 218-219}
· Debemos centralizar nuestras esperanzas del cielo únicamente en Cristo, pues él es nuestro sustituto y garantía.
Hemos transgredido la ley de Dios, y por las obras de la ley ninguna carne será justificada. Los mejores esfuerzos que pueda hacer el hombre con su propio poder son ineficaces para responder ante la ley santa y justa que ha transgredido, pero mediante la fe en Cristo puede demandar la justicia del Hijo de Dios como plenamente suficiente. Cristo satisfizo las demandas de la ley en su naturaleza humana. Llevó la maldición de la ley por el pecador, hizo expiación para él a fin de que cualquiera que cree en él, no se pierda sino tenga vida eterna. La fe genuina se apropia de la justicia de Cristo y el pecador es hecho vencedor con Cristo, pues se lo hace participante de la naturaleza divina, y así se combinan la divinidad y la humanidad. {1MS 427}
- La ley de Dios es la única verdadera norma de perfección moral. Esa ley fue ejemplificada prácticamente en la vida de Cristo. El dice de sí mismo: "Yo he guardado los mandamientos de mi Padre" (S. Juan 15: 10). Nada menos que esta obediencia hará frente a los requisitos de la Palabra de Dios. "El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo" (1 S, Juan 2: 6). No podernos afirmar que somos incapaces de hacerlo, porque tenemos la seguridad: "Bástate mi gracia" (2 Corintios 12: 9). Al miramos en el espejo divino, la ley de Dios, vemos el carácter excesivamente pecaminoso del pecado, y nuestra propia condición perdida como transgresores. Pero por el arrepentimiento y la fe somos justificados delante de Dios, y por la gracia divina capacitados para prestar obediencia a sus mandamientos. {RJ 89}
CONCLUSION:
- La ley pone de manifiesto la excesiva corrupción del pecado y las consecuencias de violarla—la muerte.
- La ley revela el pecado en nuestra vida guiándonos a darnos cuenta de la necesidad de El Salvador y el poder para la victoria sobre el pecado.
- La ley no tiene poder para salvarnos de sufrir las consecuencias de violarla.
- La Gracia de Dios en el plan de salvación satisface las demandas de la ley y libera al pecador de la condenación de la ley.
- La Gracia también da poder o faculta al pecador a vivir una vida de victoria a través de Cristo que vive en el.
PREGUNTAS PARA APLICACION:
- Cuando ves la ley ¿Despierta en ti un sentimiento de pecado y deseo de obtener ayuda?
- ¿Te das cuenta de que necesitas el poder de Cristo en tu vida para que puedas guardar la santa y justa ley de Dios?
- ¿Te das cuenta de que necesitas experimentar la justificación por la fe para borrar tu cuenta de pecado y libertarte de tener que pagar la pena del pecado—la muerte?
- ¿Estás dispuesto a aceptar la Justicia de Cristo en lugar de tu cuenta de pecados por fe?