Monday, June 22, 2009

Jun20-26: La Misión

La Gente Se Perderá, A Menos Que

1. ¿Cuál es la única esperanza para los perdidos?

  • 2 Cor. 4:3-4 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.

RESPUESTA:

  • Comprender y creer el Evangelio.

2. ¿Qué se necesita hacer para que el pueblo comprenda el Evangelio?

  • 2 Cor. 4:5-6 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. 6 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.

RESPUESTA:

  • La luz del conocimiento de la Gloria de Dios en la faz de Jesucristo debe iluminar al mundo por medio de la obra de la predicación.

NOTA:

  • Ap. 6:15-16 Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16 y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero.
  • En el momento de la Segunda Venida de Jesús, los perdidos se esconderán del rostro de Jesús. Al rehusar ver el rostro de Jesús a través del Evangelio, ellos rechazaron el único camino para ser salvos.

La Gran Comisión

1. Lea los pasajes en los que la Gran Comisión fue registrada y note cómo ellos se complementan. ¿Cuáles son los detalles específicos en cada uno de estos versículos?

  • Mat. 28:19-20 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén
  • Mar. 16:15-16 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
  • Luc. 24:46-47 Y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén
  • Juan 20:21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.
  • Hechos 1:8 Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

RESPUESTA:

  • Mat. 28:19, 20 Enseñar a todas las naciones, haciéndolos discípulos.
  • Mar. 16:15, 16 Predicar el evangelio a toda criatura.
  • Luc. 24:46, 47 Comenzar desde Jerusalén (localización central).
  • Juan 20:21 Jesús nos enviará a todo el mundo.
  • Hechos 1:8 Sólo el poder el Espíritu Santo nos puede capacitar para ser testigos en todo el mundo.

OTRA OBSERVACIÓN:

  • Debemos ir a todo el mundo.
  • Debemos bautizarlos.
  • El Evangelio es arrepentimiento y remisión de pecados.

Una Iglesia que Testifica

1. ¿Qué mensaje especial debe ser proclamado por el pueblo de Dios en el tiempo del fin? Ap. 14:6–12.

RESPUESTA:

  • Ap. 14:6-7 – Llegó la hora del juicio y debemos adorar al Creador.
  • Ap. 14:8 – No debemos ser engañados por las falsas enseñanzas de la Babilonia espiritual.
  • Ap. 14:9-11 – No debemos someternos a ninguna demanda humana que vaya en contra de los mandamientos de Dios.
  • Ap. 14:12 – La fe de Jesús, la justificación y la conversión por la fe

Testimonio Personal

1. ¿Cuál es una condición vital para todos los que deseen ser testigos de su fe? 1 Ped. 3:15.

  • 1 Ped. 3:15 Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.

RESPUESTA:

  • Debemos estar siempre listos a presentar defensa a quien nos demande una razón de la esperanza.
  • Debemos compartir el mensaje con mansedumbre y reverencia.

2. ¿Cómo debemos prepararnos para dar una respuesta con mansedumbre y reverencia a cada hombre que pida una razón de nuestra esperanza?

RESPUESTA:

  • Preparación Mental: Estudiar para conocer la razón de la esperanza. 2 Tim. 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
  • Preparación del Carácter: Debemos aprender a enseñar con paciencia y amabilidad. 2 Tim. 2:24-25 Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; 25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad.

Compartiendo al Señor

1. ¿Cuál debe ser el centro de toda nuestra predicación y testificación?

  • 1 Cor. 2:2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.

RESPUESTA:

  • Jesucristo y éste crucificado

OBSERVACIÓN: Observe la relación entre las principales doctrinas y Jesús.

  • Sábado Mar. 2:28 Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.
  • Santuario - Juan 1:29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
  • El Estado de los Muertos - Juan 11:25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
  • El Espíritu de Profecía - Ap. 19:10 Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.
  • Santificación - Juan 17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Juan 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
  • Segunda Venida - Ap. 14:14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda.

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